La caja de pensar (T2)

Pensar fuera de la caja es una tarea muy difícil, estamos acostumbrados a llevar las investigaciones dentro de una misma idea, de un mismo paradigma y en ocasiones olvidamos que pueden existir otros caminos. Por eso valoro mucho el trabajo en equipo, sobre todo si es multidisciplinar, porque todos pensamos de manera diferente y si se da la libertad de expresar las ideas creo que puede llegarse a nuevos caminos muy interesantes, incluso a nuevos paradigmas.

En alimentación se han dado muchos cambios de paradigmas durante los últimos años. En un principio el paradigma fue el aumento de la productividad, el objetivo de la industria alimentaria y la investigación fue el desarrollo de nuevas técnicas o nuevos equipos para aumentar la producción. El objetivo era la producción en grandes cantidades sin contar tanto con la calidad del producto, sino con la cantidad y el precio.

Este paradigma cambió y dio lugar al paradigma principal de la tecnología de alimentos, la seguridad alimentaria. Desde entonces tuvo lugar un cambio en la legislación alimentaria, las técnicas de análisis de alimentos y las prácticas de las empresas agroalimentarias para poder asegurar que el consumo de los alimentos producidos no va a dañar al consumidor. Esta idea se ha estableció como el principio de la producción de alimentos.

Hoy en día, una vez se ha establecido la seguridad alimentaria como principio básico, se busca un efecto positivo en la salud del consumidor, es decir, productos saludables. Estamos en el tiempo de los productos ricos en vitaminas, fibra o minerales y bajos en azúcares o grasas. Este es el nuevo paradigma, la incorporación de compuestos saludables a alimentos que no los tienen naturalmente.

En este momento está teniendo lugar lo que puede considerarse un nuevo paradigma que sigue al de la formulación de alimentos saludables, el aprovechamiento de subproductos para la obtención de compuestos saludables que puedan incorporarse a otros alimentos. Este es el ejemplo de mi tesis doctoral, la obtención de compuestos antioxidantes de la hoja de olivo para añadirlos a otros productos alimentarios con el objetivo de hacerlos más saludables.  

Ahora podría estar abriéndose paso un nuevo paradigma, la genómica nutricional. El estudio de la interacción de la dieta con el genoma humano, lo que podría llegar a explicar el desarrollo de algunas enfermedades estrechamente relacionadas con la dieta, y por lo tanto, ayudar a prevenirlas.